Document
Por Yohali Resendiz
audio-thumbnail
🎧 Audiocolumna
0:00
/341.28

¿En qué momento pusieron de rodillas y con el gatillo del arma en la sien a las víctimas que exigen justicia en la Ciudad de México? 

¿En qué momento se permitió que esa arma estuviera en la mano derecha de un presidente del tribunal? 

La justicia ha sido secuestrada por Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, su  administración no tiene compromiso con la legalidad, transparencia y rendición de cuentas pero sí, una férrea protección a pederastas y otros agresores, por obsequiarles un boleto VIP a la impunidad. 

Las acusaciones contra Rafael Guerra no son pocas ni menores y tenemos que recurrir a la memoria periodística por si hace falta. 

Ha sido Rafael Guerra quien ha protegido a Manuel Horacio Cavazos López, un exmagistrado acusado por sus propias hijas de violencia sexual infantil. 

Es Rafael Guerra, quien ha sido acusado de perseguir a las madres que se atreven a denunciar violencia de género. 

Y es Rafael Guerra quien niega el acceso a la justicia a niñas, niños y adolescentes. 

Y no señoras y señores, esto no es un caso aislado. 

Lo que han enfrentado Mariel y muchas otras mamás, es un sistema podrido en el que pederastas, agresores y delincuentes de cuello blanco encuentran refugio gracias a un aparato judicial cómplice.

¿Necesitan otro caso? 

Mafer Turrent es una madre que se atrevió a denunciar violencia extrema y fueron los jueces de Rafael Guerra quienes decidieron que era mejor encarcelarla. Y así hay cientos de casos, no, no, no exagero. 

¿Otro caso? 

Recuerdan que gracias a una fotografía publicada por Reforma se pudo constatar que Prudencio Jorge González Tenorio, asesor del presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra se reunió con Jorge Hernández Alcocer fuera del restaurante Suntory, lugar donde el abogado asesinó a su esposa, la cantante Yrma Lydya, claro que para “no enlodarlo” al coyote que perseguía casos de muy alto nivel luego de ser exhibido lo enviaron castigado al cargo de “juez de control”. 

¿Uno más? 

Hace poco, debido a un descuido, en el edificio donde despacha Rafael Guerra una fotografía dio cuenta del hecho: Guillermo Sesma, acusado y señalado de agresión sexual, corrupción de menores, violencia familiar y pornografía esperando a entrar por la puerta abierta para los agresores y más si estos son poderosos. 

Bajo el mandato de Rafael Guerra, el Poder Judicial de la CDMX se ha convertido en un obstáculo para las víctimas y un muro inmenso de impunidad que resguarda y protege a los agresores. 

Son las mujeres y los niños, quienes deberían encontrar protección en la ley pero a cambio por levantar la voz terminan siendo revictimizados una y otra vez por un sistema que protege a los poderosos y castiga a quienes exigen justicia.

Y si hay algo que reconocerle a Rafael Guerra es que ha logrado lo que ningún otro presidente del PJCDMX que es poner a todo el tribunal en su contra. 

NO LO QUIEREN NI RESPETAN las víctimas. 

NO LO QUIEREN sus propios jueces y magistrados. 

NO LO QUIEREN sus propios trabajadores. 

La administración de Rafael Guerra ha sido un criadero de nepotismo, corrupción y descomposición institucional.

Hemos perdido la cuenta del número de veces que el personal se ha manifestado e iniciado un paro de labores y eso es una vergüenza ante tanta sed de justicia. 

¿Quejas contra su gestión? incontables. 

A Rafael Guerra se le ha  acusado de usar su poder para manipular sentencias, obstaculizar procesos judiciales y garantizar que sus aliados queden impunes. 

Mientras tanto, la violencia institucional se recrudece: jueces que actúan bajo presión y decenas de madres, mujeres que ven cómo sus agresores caminan libres sin consecuencias y estos burlones las atacan de todas las formas posibles sin que exista ningún castigo para ello. 

Así que amable lector y lectora, no estamos ante un simple problema administrativo. Estamos ante un problema de derechos humanos de una magnitud brutal. Un sistema judicial que protege violadores, feminicidas y agresores en general, es un sistema criminal.

¡La renuncia de Rafael Guerra es innegociable! claman las víctimas,  y su permanencia en el poder es una afrenta a ellas y una sentencia de muerte para la justicia en la Ciudad de México. 

Cada día que continúa al frente del Tribunal son 24 horas de impunidad y 1440 minutos de sufrimiento para quienes han sido violentados. 

Su permanencia es una vergüenza para una sociedad que merece un sistema judicial digno.

Este es su segundo período de aferramiento al frente de la institución y hay quienes afirman que el poder ya se lo apropió y va por un tercer periodo. 

¡Inadmisible! 

La renuncia de Rafael Guerra no es solo necesaria, es innegociable. 

La ciudadanía no puede seguir permitiendo que el Poder Judicial de la Ciudad de México sea un refugio vigente y atemporal para los delincuentes y un infierno para las víctimas.

La decisión está como siempre en la cancha del Congreso de la Ciudad de México. 

¿Queremos que siga saliendo a medios a querer exculpar a sus amigos violadores? 

Responda eso….

¿Queremos que justifique la violencia sexual, diciendo que es un tema privado? 

Conteste eso…. 

¿Qué queremos en un presidente de un tribunal? 

Basta ya de simulaciones. 

Basta ya de protección a los agresores. 

Basta ya de justicia para unos cuantos. 

Las víctimas exigen su renuncia; otros, que Rafael Guerra NO puede reelegirse, mientras que la historia espera que responda por todo el daño acumulado.

✍🏻
@yohaliresendiz

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.