
Hablemos de rabia, ¿sin rabia?
México es un país rabioso en muchos y tantos sentidos. No en balde somos una nación surrealista.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.