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Por Stephanie Henaro

Estados Unidos y México se encuentran jugando una partida de Poker en la que cada quien apuesta su patria, mientras las cartas del nacionalismo se mueven.

Los intercambios de palabras y bluff son parte de, pero el tema aquí es que cuando estás jugando contra alguien que tiene mucho más dinero que tú y te dobla la apuesta - no necesariamente en el sentido de Paco Ignacio Taibo- ahí se acaba todo.

Eso es justo lo que le pasa a México con Estados Unidos, que si bien no somos colonia ni protectorado de nadie, somos extremadamente vulnerables a los deseos de nuestro vecino del norte porque las exportaciones representan el 40% de nuestro PIB y un poco más del 80% de ellas se van para allá. 

Se acabó el enigma y el águila mexicana vuelve a postrarse sobre un nopal devorando a una serpiente, mientras todos devoramos nuestras palomitas nacionalistas, con el único fin de sentirnos mejor y decir que ganamos, aunque todavía no sepamos qué

Continuidad es una palabra que define la victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones, pero también a Trump y es que si con AMLO se mandaron 14,000 elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur para que no nos pusieran aranceles, con Sheinbaum se mandaron 10,000 elementos de la misma a la frontera norte con igual fin.

Queda claro que Trump ganó usando a la Guardia Nacional para sus fines sin tener que invertir ni un sólo peso y lograr convertir a las fronteras mexicanas en un tapón, pero lo que no queda claro es si México ganó algo más de lo que se supone que ya tenía o si basta simplemente con la dignidad. Porque parece que esa, al menos últimamente, la tenemos de sobra. 

Debemos tener  claro que aunque los que ahora están en pausa son los aranceles y no la relación bilateral, la partida de poker aún no acaba y se va a poner más interesante cuando el gobierno de Estados Unidos presione para acabar con la “intolerable alianza” que describió en su documento el sábado, en la que pone como socios al gobierno mexicano y a los narcotraficantes.  Algo que al final de cuentas no es nuevo para los mexicanos y que va más allá de esta administración.

Tan sólo por acordarnos de la risa que nos daban los aranceles que Ecuador a México - como resultado de una política exterior en donde lo único que nos falta es que nos orine un perro-, es oportuno decir que las exportaciones de Estados Unidos representan el 11% de su PIB y que tan sólo el 15% tienen a México como destino.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.