Respira
Por Stephanie Henaro
Pareciera que Joan Sebastian se volvió el gurú de estos tiempos, porque cambiar el nombre para guardar secretos será cada vez más común en estos tiempos y con esto no sólo a Donald Trump, sino también a todo lo que viene con la inteligencia artificial.
Aún no sabemos a quién le debe respeto ni a quien ama Donald Trump, pero cambiarle el nombre al Golfo de México y al monte Denali en Alaska nos habla que una nueva realidad se está creando y que el mundo - una vez más- se mueve.
Los mapas no son nada más que una ilusión óptica. De hecho, si vemos la tierra desde el espacio exterior no vamos a ver todas las líneas de las divisiones políticas que, más bien corresponden a la locura humana que todo lo separa. Entonces lo que vemos es lo que alguien más quiere que veamos y así se crea la realidad.
Trump quiere que veamos una realidad en la que Estados Unidos se expande para no desaparecer porque sabe que necesita proyectar su poder de una manera diferente para evitar la crisis existencial que se les viene. La identidad de su país está ligada a ser el número uno y cuando ya no lo sea tal vez ya no sepan quiénes son. Por eso es que recurre al mundo de las ilusiones ópticas y Google le ayuda.
No hay que olvidar que en su toma de protesta los CEOs de varias compañías tecnológicas, entre ellas Google, estuvieron presentes y eso nos dice que la tecnología será clave en esta nueva creación de la realidad. De hecho, para los usuarios de Google en ese país, el Golfo de México ya se llama Golfo de América y eso crea la ilusión de que una vez más le ha quitado territorio a México y por lo tanto, demuestra su fuerza dando manotazos en una mesa.
Pero no es el único, últimamente China también ha dado manotazos en la mesa bastante interesantes que anuncian la llegada de su propia creación de la realidad apoyada en la inteligencia artificial.
Nadie se esperaba que el gigante asiático rebasara a EEUU en este medio y por eso la llegada de DeepSeek, la versión china del Chat GPT, causó un terremoto a nivel mundial. Sobretodo, cuando se consideraba que los asiáticos iban más atrasados y Donald Trump en su primera semana anunció una inversión de 500 mil millones de USD en su desarrollo.
Todo esto es importante porque así como los estadounidenses le están cambiando el nombre a lo que se deje, para guardar el secreto -a la Joan Sebastian- los chinos también. DeepSeek no responde preguntas comprometedoras para el gobierno chino, sobre todo las que tienen que ver con Taiwán y Tiananmen, creando así su realidad con ayuda del uso de la tecnología.
DeepSeek ya es la aplicación más descargada tanto para IOS como para Android y no usa chips de Estados Unidos, por lo que este movimiento no sólo demuestra la supremacía china en tecnología, sino también su autosuficiencia.
La tecnología es poder y la historia la escribe quien gana. Así es que ya sea en chino o en inglés, estamos en tiempos en donde la tecnología nos hace caer en una nueva ilusión que poco a poco se convierte en nuestra realidad y como bien lo diría el célebre cantautor mexicano: “te voy a cambiar el nombre, en base a lo que has traído, ahora te llamarás Gloria, lo tienes bien merecido.”
El último en salir, apague la luz.
*Stephanie Henaro Canales es asesora geopolítica , periodista y docente. Estudió la licenciatura en Relaciones Internacionales en el Tec de Monterrey de la CDMX, obtuvo el título de Maestra en Geopolítica, Territorio y Seguridad por la Universidad King’s College London, y es miembro de COMEXI
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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