Por Stephanie Henaro
Si Harry Potter inició sus travesías con la piedra filosofal, hoy Donald Trump no se queda atrás y regresa a la Casa Blanca con un águila de dos cabezas, en la mano.
Tal parece que el regreso del líder de MAGA a la presidencia viene acompañado de cierto tipo de magia que solamente el tiempo dirá si resultó blanca o negra. El águila es un animal tan habitual en los escudos de armas de los países como el león. Es el rey de las aves y por eso muchas veces ha sido asociada con los imperios.
En el caso de Trump, lo que anuncia es evidente y por eso hay que ponerle atención a la fórmula mágica con la que quiere crear el presente de Estados Unidos, porque el hechizo del águila bicéfala se produce después de haber logrado la intersección de la infinita visión hacia el pasado con la infinita visión hacia el futuro. Ese es el “abracadabra” que inicia hoy para Estados Unidos.
La cabeza que mira hacia el pasado pretende regresar a Estados Unidos al siglo XIX cuando vivía la gloria de su auge manufacturero y la industrialización logró un periodo de transformación radical y crecimiento meteórico. De hecho, entre 1820 y 1910, el país multiplicó por 11 su PIB en gran medida gracias al sector manufacturero, mientras que hoy ese mismo sector se encuentra en contracción y representa el 10.3% de la economía. De ahí el que el presidente número 47 del gigante norteamericano le quiera poner aranceles a todo y quiera crear un organismo independiente para realizar lo mismo que hacen las aduanas y así capitalizarlo de manera diferente. Hoy Estados Unidos importa productos manufacturados de otros países, como China, México, Canadá, Corea del Sur, Vietnam, India, Bangladesh e Indonesia.
México se ha convertido en su principal proveedor y de los 593 mil mdd de exportaciones en 2023, los bienes manufacturados representaron el 89.2% del total, creciendo 4.0% en 2023, donde la industria pesada participó con 402 mil mdd de los 529 mil mdd de todo el sector, representando aproximadamente 76% de las exportaciones manufactureras.
La cabeza hacia el futuro pretende llevar a Estados Unidos al futuro de la mano de la tecnología, que en este momento se reduce a cinco nombres que llegan de la mano del neoyorkino: Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Bill Gates y Steve Ballmer.
Además de controlar la economía, el grupo amenaza con moldear a su gusto la conversación social. A los cambios que Elon Musk ha introducido sobre el algoritmo de X -antes Twitter- para favorecer el discurso conservador, se ha sumado la supresión de los verificadores de información que Mark Zuckerberg ha anunciado para Instagram o Facebook. Otro de los grandes magnates es el dueño de Amazon, Jeff Bezos, que también se ha convertido en propietario de uno de los periódicos de cabecera de Estados Unidos: el Washington Post.
Es importante mencionar que hace 10 años, los cinco hombres que hoy tienen 400.000 millones de dólares, tenían 25.000. Es decir, sus fortunas se han multiplicado por 15 en una década. Ni los barones financieros de Estados Unidos: los Rockefeller, Vanderbilt o Carnegies, estuvieron tan cerca del poder y ni tuvieron tanto dinero. Rockefeller tendría hoy 26.000 millones de dólares, actualizados en 2025, 18 veces menos que Elon Musk. John Pierpont Morgan (JP Morgan) tendría 49.000 millones de dólares actualizados, frente a los 486.000 que tiene Elon Musk.
Por eso es que un día como hoy la célebre frase de Harry Potter en su búsqueda de la piedra filosofal parece lapidaria: “No son nuestras habilidades las que muestran lo que somos, son nuestras elecciones.”
El último en salir, apague la luz. @StephanieHenaro
*Stephanie Henaro Canales es asesora geopolítica , periodista y docente. Estudió la licenciatura en Relaciones Internacionales en el Tec de Monterrey de la CDMX, obtuvo el título de Maestra en Geopolítica, Territorio y Seguridad por la Universidad King’s College London, y es miembro de COMEXI
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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