Por Sonia Garza González
Ya estábamos advertidos. Donald Trump llegó a la Presidencia de Estados Unidos en parte por su agresiva agenda hacia nuestro país, la cual incluye entre otros temas, altos aranceles a las importaciones, la deportación de mexicanos indocumentados que estén en territorio estadounidense y el combate al narcotráfico.
Cada tema es bastante complejo y desde las elecciones se han generado análisis de todo tipo alrededor del mundo. Para esta entrega me ocuparé de abordar la orden de expulsión de inmigrantes.
Durante su discurso inaugural, Trump declaró una emergencia nacional en la frontera sur. A los minutos puso fin al uso de una aplicación que permitía a los migrantes notificar, ante la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, la intención de ingresar a dicho territorio, cancelando las citas para solicitar asilo ante las autoridades fronterizas. Los testimonios de cientos de personas son desoladores. Los rostros desencajados vaticinan escenarios de precariedad y desesperanza, en contraste con la época dorada que prometió Trump para la sociedad estadounidense. Con esta acción cerró las pocas vías legales que quedaban para la migración regular.
Anunció el despliegue de 1500 soldados para contener los flujos migratorios y empujó por el regreso del programa Quédate en México (formalmente conocido como MPP), que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano, propiciando un éxodo masivo de migrantes.
Por fortuna, ante la ola de decretos y anuncios, la Presidenta Claudia Sheinbaum, en conjunto con el Secretario de Relaciones Exteriores y la Secretaria de Gobernación, están reaccionando con una diplomacia clara, firme y de soporte para los connacionales. Lo expreso porque ante la indulgencia del republicano, considero que pese a los enormes desafíos que esto trae consigo, la Presidenta está actuando a la altura de las circunstancias.
Vimos recientemente la presentación del ambicioso plan de promoción de inversión sexenal, denominado Plan México, el cual el Secretario de Economía calificó como “la carta de navegación de México” de cara a una nueva era: “Hay incertidumbre en el futuro, pero si estamos cohesionados vamos a salir adelante”.
El Plan México abarca cinco grandes sectores de la economía en México: Bienes de consumo, industria automotriz, tecnologías de la información, turismo y energía. La estrategia busca generar 1,5 millones de empleos adicionales solo en manufactura especializada y en sectores prioritarios. Se buscará que 50% de la proveeduría y el consumo nacional de textiles, calzado, mobiliario y juguetes será local en 2030. Lo mismo que 30% de las pequeñas y medianas empresas mexicanas accedan a financiamiento.
Pese a las críticas banales hacia la enlace entre la iniciativa privada y la Administración federal, Altagracia Gómez, que no hacen otra cosa más que distraer, vale la pena ser conscientes y adoptar el Plan México, trabajando por la integración regional, porque coincido en que “es la única apuesta que en el largo plazo nunca nos va a hacer perder”, aunque sigan emitiendo decretos.
#FuerzaMéxico #PlanMéxico #ConsumeMéxico
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
Comments ()