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Por Sofía Pérez Gasque Muslera

Como mujer empresaria al frente de una empresa de tecnologías de la información en México, he sido testigo del impacto transformador que la digitalización tiene en los negocios. Lo que comenzó como una oportunidad para optimizar procesos y expandir mercados en la industria tecnológica, se ha convertido en una herramienta clave para sectores como el artesanal. En México, un país con una riqueza cultural inigualable, las mujeres artesanas son una pieza fundamental de nuestro patrimonio. Sin embargo, a pesar de su contribución invaluable a la economía y la identidad de nuestro país, siguen enfrentando desafíos que limitan su crecimiento y visibilidad. La capacitación en nuevas tecnologías y la educación digital se presentan como la llave para transformar su realidad, permitiéndoles acceder a nuevas oportunidades y mercados más allá de sus comunidades locales.

Las mujeres artesanas mexicanas han sido durante siglos guardianas de tradiciones que van desde el tejido y la cerámica hasta la joyería y la cestería. Estas técnicas no solo representan una forma de expresión cultural, sino que también son una fuente importante de ingresos para muchas familias, especialmente en comunidades rurales e indígenas. Sin embargo, estas mujeres se enfrentan a obstáculos que limitan su potencial. Uno de los mayores desafíos es el acceso limitado a mercados más amplios. Aunque sus productos son reconocidos por su calidad y originalidad, muchas artesanas aún venden sus productos solo en mercados locales, lo que reduce considerablemente sus posibilidades de crecimiento económico.

Otro factor que afecta a las mujeres artesanas es la pobreza y las condiciones laborales precarias. La mayoría de ellas trabajan de manera independiente o en pequeños grupos familiares, sin contar con una estructura empresarial que les permita mejorar sus condiciones de vida, acceder a financiamiento o expandir sus operaciones. Además, como muchas otras mujeres en el país, enfrentan barreras adicionales debido a la desigualdad de género, lo que afecta sus oportunidades de crecimiento económico y profesional. En este contexto, la capacitación en nuevas tecnologías se convierte en un recurso fundamental que puede ayudarles a superar estos desafíos.

La capacitación digital ofrece un sinfín de posibilidades para las mujeres artesanas, no solo en términos de visibilidad y acceso a mercados globales, sino también en lo que respecta a mejorar sus habilidades empresariales y creativas. A través de plataformas digitales como Etsy, MercadoLibre o Amazon Handmade, las artesanas pueden vender sus productos a un público internacional, sin depender de intermediarios que limiten sus márgenes de ganancia. Las redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok se convierten en potentes herramientas de promoción, permitiendo a las artesanas mostrar sus productos, contar sus historias y conectar emocionalmente con los consumidores. La creación de páginas web o tiendas en línea personalizadas también les brinda el control sobre su marca, precios y ventas, lo que les permite alcanzar un mercado mucho más amplio.

Además, la capacitación digital no se limita solo a aspectos comerciales. Las mujeres artesanas también pueden mejorar sus habilidades técnicas, aprendiendo nuevas formas de diseñar, crear y presentar sus productos. Por ejemplo, el uso de software de diseño digital puede abrir nuevas posibilidades creativas, permitiendo a las artesanas experimentar con patrones, formas y texturas que luego pueden llevar a la producción física de sus productos. Aprender fotografía digital es otro aspecto crucial para presentar sus productos de manera atractiva en línea. Hoy en día, las imágenes de calidad son esenciales para atraer a los compradores, y tener la capacidad de tomar fotos profesionales puede marcar la diferencia entre una venta exitosa y una oportunidad perdida.

La capacitación también puede incluir aspectos de gestión empresarial, como el uso de aplicaciones de contabilidad y herramientas para gestionar inventarios de manera eficiente. Muchas veces, las mujeres artesanas carecen de conocimientos sobre cómo administrar sus finanzas o cómo organizar sus recursos de manera adecuada, lo que puede llevar a pérdidas innecesarias. Aprender a gestionar los aspectos administrativos de su negocio es fundamental para su crecimiento y sostenibilidad a largo plazo. Además, la capacitación en marketing digital, SEO y publicidad en redes sociales les permite crear campañas efectivas para promocionar sus productos y atraer a más clientes.

El acceso a financiamiento es otro desafío clave que las mujeres artesanas enfrentan. Sin embargo, la capacitación digital también puede ayudarles a aprender cómo acceder a recursos financieros a través de plataformas de crowdfunding, programas gubernamentales o microcréditos. Saber cómo presentar un proyecto de manera efectiva, preparar un plan de negocios o gestionar los fondos para ampliar su taller o mejorar sus procesos de producción puede ser la diferencia entre seguir operando de manera artesanal o convertir su negocio en una empresa sostenible y próspera.

Los beneficios de la capacitación digital para las mujeres artesanas no solo son económicos, sino también sociales. A través de la tecnología, estas mujeres pueden mejorar sus condiciones de vida, ganar autonomía económica y contribuir al desarrollo de sus comunidades. Al acceder a nuevos mercados y mejorar sus habilidades, las artesanas pueden generar ingresos más estables y tener mayor control sobre su futuro. Además, el empoderamiento de una mujer artesana tiene un impacto directo en su comunidad. Las mujeres pueden convertirse en líderes locales, promoviendo el desarrollo y creando nuevas fuentes de empleo para otras mujeres.

La capacitación digital también tiene un impacto positivo en la preservación de nuestras tradiciones. Al aprender a utilizar las herramientas digitales, las artesanas no solo mejoran su competitividad y visibilidad, sino que también contribuyen a la difusión de sus técnicas tradicionales en un contexto global. Las redes sociales y las plataformas digitales se convierten en un escaparate para mostrar el valor de nuestras tradiciones, preservando y difundiendo nuestras raíces culturales a nivel mundial.

La capacitación y educación digital representan un camino claro hacia el empoderamiento de las mujeres artesanas en México. La posibilidad de acceder a nuevos mercados, mejorar su competitividad, optimizar sus procesos y adquirir nuevas habilidades les permite no solo crecer como empresarias, sino también ser agentes de cambio en sus comunidades. Es fundamental que las políticas públicas, las organizaciones no gubernamentales y las empresas del sector privado sigan promoviendo iniciativas que apoyen a las mujeres artesanas, asegurando que su invaluable contribución a la cultura y la economía de México siga prosperando en la era digital. Como mujer empresaria en tecnología, puedo afirmar que la digitalización no es solo una oportunidad, sino una necesidad para garantizar la sostenibilidad y el futuro de las mujeres artesanas de México.

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@SofiaPerezGM

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