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Por Sofía Guadarrama Collado

En los últimos días ha trascendido que Robert Francis Prevost, recién electo Papa y autoproclamado León XIV, volvió a la institucionalidad de la iglesia que el Papa Francisco había abandonado como señal de humildad. Es decir, que volvió a utilizar los ornamentos tradicionales de los Papas, también conocidos como paramentos pontificios en su proclamación como Papa: mitra (tocado litúrgico alto), solideo (casquete que cubre la parte superior de la cabeza), estola (vestidura litúrgica larga y estrecha que cuelga alrededor del cuello y cae por el frente), sotana blanca (desde el Papa Pío V, 1566-1572, los Papas visten una sotana blanca como símbolo de pureza y simplicidad), mozzetta (capa corta roja ribeteada con armiño), pectoral (cruz que cuelga de un cordón), palio (banda de lana blanca con cruces negras, colocada sobre los hombros), anillo del pescador (anillo de oro grabado con el nombre del papa y una imagen de San Pedro pescando, que simboliza su rol como sucesor de Pedro. Se destruye tras la muerte o renuncia del papa), báculo pastoral (bastón alto con un báculo con una cruz), fanón (capa doble de seda blanca y dorada, usada en misas solemnes), zapatos rojos (los Papas usaban zapatos de cuero rojo como símbolo de martirio, pero el Papa Francisco optó por usar unos zapatos más cómodos, que fue considerado un acto de humildad).

Ahora bien, es falso que el Papa Francisco haya renunciado a vestirse con los paramentos pontificios. El día de su proclamación salió al balcón central de la Basílica de San Pedro con solideo, sotana blanca y pectoral (que han usado todos los Papas), pero sin mozzetta (que fue lo que más llamó la atención), sin estola, (que le pusieron luego de ser proclamado y antes de que diera su primer discurso) y sin zapatos rojos (que León XIV tampoco usó). Es falso que se haya negado a vestir los ornamentos tradicionales. Siempre que el protocolo lo exigía, los usó. Sólo que los medios le dieron más difusión a las fotografías en las que vestía de blanco.

Ahora bien, las posturas del Papa Francisco sí fueron causantes de divisiones internas de la Iglesia, que tiene cientos de años peleando entre institucionalidad y profetismo pastoral.

Los institucionalistas son conservadores que enfatizan la doctrina, la estructura jerárquica, la defensa de la tradición, el orden interno y la autoridad del ministerio. Los pastorales abogan por la modernización (sin decirlo, por el populismo), la cercanía con la gente, la misericordia, el diálogo con el mundo y la adaptación pastoral sin cambiar la doctrina, como permitir que los sacerdotes realicen cualquier acto de promoción para atraer fieles, permitir el divorcio y el uso de anticonceptivos, incluir a mujeres al sacerdocio, bendecir parejas del mismo sexo, entre otras.

Papas institucionales y pastorales:

1.     León XIII (1878-1903), institucionalista con sensibilidad social.

2.     Pío X (1903-1914), institucionalista rígido.

3.     Benedicto XV (1914-1922), pastoral diplomático.

4.     Pío XI (1922-1939), institucionalista firme.

5.     Pío XII (1939-1958), institucionalista doctrinal.

6.     Juan XXIII (1958-1963), pastoral y reformista.

7.     Pablo VI (1963-1978), institucional y pastoral.

8.     Juan Pablo I (1978), pastoral humilde.

9.     Juan Pablo II (1978-2005), institucionalista con carisma pastoral.

10.  Benedicto XVI (2005-2013), institucionalista teológico.

11.  Francisco (2013-2025), pastoral reformista. 

Es decir que, en el último siglo el péndulo del papado ha oscilado del lado institucionalista a la pastoral, en promedio, cada dos papados. 

El Papa Juan XXIII (1958-1963), conocido como el Papa Bueno (¿evidencia de que los anteriores no fueron buenos?), tuvo una visión renovadora y un estilo pastoral muy humano: convocó el Concilio Vaticano II, el evento más importante de la Iglesia católica en el siglo XX, en el cual se produjeron 16 documentos oficiales, agrupados en 3 tipos: constituciones, decretos y declaraciones. Entre todas estas reformas, la más importante fue el uso de lenguas vernáculas en la misa y participación activa de los fieles. ¿Qué significa esto? Pues que antes de 1958, las misas se daban en latín y los sacerdotes les daban la espalda a los fieles, pues éste se dirigía en todo momento al altar, (porque inicialmente era considerado una falta de respeto darle la espalda a Dios, quien se encontraba en el altar). 

También promovió mayor acceso a la Biblia, más diálogo con otras religiones y el mundo moderno, el ecumenismo (relación con otras iglesias cristianas), la libertad religiosa como derecho humano y la apertura al mundo sin perder identidad católica. Algo que los institucionalistas interpretaron como libertinaje.

El Papa Juan Pablo I, quien rechazó muchos símbolos de poder papal y la corrupción en el Vaticano, fue encontrado muerto en su cama por una de las religiosas de su apartamento papal a las 5:30, el 28 de septiembre de 1978, luego de 33 días de haber sido electo papa. Su muerte sigue siendo desconocida. De acuerdo con los informes oficiales, murió de un infarto agudo de miocardio mientras dormía. Sin embargo, no le realizaron autopsia, lo que alimentó rumores posteriores, existen contradicciones sobre quién encontró el cuerpo y a qué hora, y no se preservó la escena adecuadamente.

Algunas versiones (como el investigador inglés David Yallop en su libro En nombre de Dios) sostienen que pudo haber sido envenenado por la logia masónica, debido a tensiones internas por su posible reforma del Vaticano, especialmente respecto al Banco Vaticano, y su lucha contra la corrupción y reorganización de la Curia.

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