Por Sofía Guadarrama
«Seré inflexible con los servidores públicos que se aparten de la honradez y de la decencia. La corrupción es una herida profunda. Mis colaboradores se sujetarán a patrones de honestidad administrativos más rígidos que nunca», Adolfo Ruiz Cortines.
«La administración pública debe ser honesta y eficiente, y es responsabilidad del gobierno combatir la corrupción para asegurar el bienestar del país», Adolfo López Mateos.
«La lucha contra la corrupción es una tarea continua y esencial para asegurar la justicia y la transparencia en nuestra administración pública. Es responsabilidad del gobierno implementar medidas efectivas para prevenir y combatir la corrupción en todos sus niveles», Gustavo Díaz Ordaz.
«Para asegurar que la administración pública cumpla sus funciones de manera eficiente y honesta, hemos tomado medidas decididas para combatir la corrupción y el abuso de poder en todas sus formas. Nuestro compromiso es inquebrantable en la lucha por la justicia y la transparencia», Luis Echeverría Álvarez.
«La corrupción es el cáncer de este país. México corre el riesgo de devorarse a sí mismo si no logramos controlar la corrupción, con lo que nos podríamos convertir en una nación de cínicos», José López Portillo.
En el sexenio de José López Portillo la corrupción se extendió a tal grado que el mismo jefe de la policía del D.F., Arturo Durazo Moreno, coordinaba a los ladrones. Y también a los policías, como Luis Téllez Girón, «El Drácula», quien les cobraba una cuota semanal a los ladrones de casas, como Efraín Alcaraz Montes de Oca, El Carrizos, famoso por haber entrado a las residencias de José López Portillo, Luis Echeverría, Hugo Sánchez, Olga Breeskin, entre otros.
«El problema de la corrupción es uno de los más graves que enfrenta nuestro país. Debemos combatirlo con todas nuestras fuerzas y con todas las medidas a nuestro alcance, para asegurar que los recursos del Estado se utilicen en beneficio de todos los mexicanos», Miguel De la Madrid.
«La lucha contra la corrupción es una prioridad para mi gobierno. Es esencial para asegurar la justicia y la transparencia en nuestra administración pública. Implementaremos medidas efectivas para prevenir y combatir la corrupción en todos sus niveles», Carlos Salinas de Gortari.
«El combate a la corrupción es una tarea impostergable para mi gobierno. Es fundamental establecer mecanismos eficaces para prevenir, detectar y sancionar actos de corrupción en todos los niveles del gobierno. Solo así podremos restaurar la confianza de los ciudadanos en nuestras instituciones y garantizar una administración pública honesta y eficiente», Ernesto Zedillo.
«La corrupción es uno de los mayores retos que enfrentamos como sociedad. Es esencial para el desarrollo y la justicia que implementemos medidas efectivas para combatir la corrupción en todos sus niveles y asegurar una administración pública honesta y eficiente», Vicente Fox.
«Uno de los objetivos fundamentales de mi gobierno será combatir la corrupción. Este mal ha lacerado a nuestra sociedad por demasiado tiempo, y es imperativo establecer mecanismos sólidos para prevenir, detectar y sancionar cualquier acto de corrupción. Solo así podremos restaurar la confianza de los ciudadanos en nuestras instituciones y garantizar una administración pública honesta y eficiente», Felipe Calderón.
«Una de mis principales prioridades será combatir la corrupción que tanto daño ha hecho a nuestro país. Implementaremos reformas estructurales y mecanismos de transparencia que permitan prevenir, detectar y sancionar cualquier acto de corrupción», Peña Nieto.
Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, varios gobernantes y funcionarios fueron descubiertos, acusados, juzgados y procesados por corrupción. Algunos de los casos más destacados incluyen: Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz, acusado de desvío de recursos públicos y lavado de dinero; Roberto Borge Angulo, exgobernador de Quintana Roo, acusado de peculado y aprovechamiento ilícito del poder; César Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua, acusado de peculado y desvío de recursos públicos; Guillermo Padrés Elías, exgobernador de Sonora, acusado de lavado de dinero y defraudación fiscal; Tomás Yarrington Ruvalcaba, exgobernador de Tamaulipas, acusado de lavado de dinero y de tener vínculos con el narcotráfico.
Recuerdo perfectamente una entrevista que le hicieron a Andrés Manuel López Obrador durante la campaña presidencial del 2018, en la que abordaban el tema de la corrupción y él, sin titubear, respondió que al día siguiente de que él asumiera el poder se acabaría la corrupción.
Los entrevistadores no le creyeron. Más de 50 millones de mexicanas y mexicanos tampoco le creímos. Pero, por lo menos, 30 millones sí le creyeron o tuvieron la esperanza de que la corrupción disminuyera.