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Por Sara Reynoso

¿Te has disculpado por llorar o por enojarte?

Es como si no estuviera permitido salirte de control, y peor aún, cuando las mujeres nos desahogamos, estamos expuestas a que nos llamen locas, volubles, débiles o psicóticas (este término no me lo habrán dicho nunca, pero se suma a la lista de regalos que obtenemos cuando nos desahogamos).

Empecemos por mencionar que hay formas de desahogarse, porque una cosa es hacerlo con emociones a flor de piel o explotando, pero es muy diferente explotar y justificar las emociones creyendo que tenemos derecho de insultar, ofender o golpear. Esta es otra historia que requiere ver de dónde viene la ira, por qué desemboca en agresión, y tratarla con terapia o con la atención máxima que esto requiere por el bien de todos los involucrados.

Pero esta ocasión yo me refiero a cuando uno “revienta” y no puede seguir fingiendo que todo está bien… Esos momentos que a todas nos ha pasado alguna vez en la vida, cuando nos sentimos no vistas, no valoradas o no escuchadas; esos momentos cuando imploramos ayuda y no la recibimos. Es muy común que las mamás latinas nos vayamos al sacrificio total por los hijos, y cuando la carga es demasiada, podemos llegar a explotar.

Ayer me pasó. Lo que más me sorprendió no fue explotar a pesar de que medito y hago trabajo energético (lo cual también se presta a ser cuestionado, como si por meditar o tomar terapia ya no tuviéramos derecho de llorar o enojarnos, ¿por?). Y de este tema les hablaré más adelante. Pero lo que realmente me consternó fue que, al romper en llanto frente a mis hijos y mostrarme así, me descubrí queriéndome disculpar por llorar y hasta avergonzada de haber perdido el control.

No los estaba insultando, no los estaba agrediendo ni ofendiendo, simplemente estaba exponiendo mi cansancio emocional, mental y físico. Lo sorprendente, independientemente de sus reacciones, fue que la primera persona en juzgarme por reaccionar así fui yo misma.

¿En qué momento nos convencimos o nos convenció la sociedad de que perder el control está mal? Tal como inicié esta columna, hay niveles en perder el control. Obviamente, agredir, insultar, golpear requiere atención pronta y terapia, pero aquí estamos hablando de simplemente vulnerar el alma, hablar desde la desesperación o la frustración y expresar lo que sentimos.

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