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Si todo quedara nomás en chingar, pero ¡no! siempre queremos más
Si bien el pedo es algo así como la espina dorsal de mis connacionales, el verbo chingar es, sin duda, nuestro sistema nervioso central.

El vacío emocional del poder político
Me doy cuenta de lo poco que hablamos del trabajo interior que debería acompañar a quienes aspiran a puestos de ese tamaño.

Somos cacomixtles bajo la engañosa utopía
La política de la ciudad —aunque se diga de izquierda, aunque se pinte de pueblo— está favoreciendo a los de siempre.