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Por Laura Coronado Contreras.

¿Por qué si LinkedIn dice ofrecer 20 millones de empleos no encontramos ninguno para nosotras? Más que la búsqueda de un tesoro, encontrar una respuesta a la multiplicidad de solicitudes entregadas parece ser un premio de lotería. O peor aún, un trabajo -de suyo- de tiempo completo. Cada vez con más frecuencia escuchamos que “es muy difícil destacar mi perfil”, “cambio de habilidades para adecuarme a las vacantes, pero nada”, “sigo esperando”, “ojalá en ésta sí funcione”, “nadie de los grandes me responde”. ¿Es un problema real o somos nosotras?

 

Con más de 1,150 millones de usuarios activos, LinkedIn ha sido la red profesional por excelencia para millennials, nativos digitales e incluso generaciones más grandes. No ha existido una mejor plataforma para conectar con colegas actuales o anteriores, compañeros de estudios, clientes o proveedores, líderes y expertos en alguna industria y, especialmente, encontrar posibles empleadores. Es así que #opentowork o “abierto a empleo” es una de las etiquetas más recurrentes en los perfiles. 

 

Por desgracia, algunos usuarios y empresas que se señalan a sí mismos o en las publicaciones sobre sus vacantes con #hiring o “contratando”, no lo están haciendo en realidad. Esto no hace más que desvirtuar una herramienta que, durante dos décadas, ha dado grandes resultados. Incluso algunos doctrinarios han empezado a llamar a este fenómeno como “empleos fantasma”, es decir, “vacantes que nunca se llenan”. Y por ello, vemos oportunidades de trabajo en áreas atractivas que circulan constantemente. Las características de este “acto de ilusión” es que se presentan como grandes oportunidades de crecimiento, establecen requisitos muy específicos y solicitan altas competencias. A su vez prometen prestaciones que parecen de ensueño. Sin embargo, son pensadas para aparentar o, en otras palabras, están hechas para dar la sensación de crecimiento, solidez y éxito para clientes y competidores dejando de lado la ética y, obviamente, despreocupándose del tiempo y la frustración de quienes aplican.

 

Robert G. Ingersoll señalaba que “la ilusión es la única mentira universal que nunca pierde su reputación de veracidad” y en este caso es cierto. Por un lado, la plataforma, a diferencia de otras redes, no está diseñada para “denunciar” u opinar sobre los perfiles. Tampoco lo está para calificar el desempeño de reclutadores o áreas de talento humano. Las grandes empresas y, aquellos que quieren fingir serlo, lo saben y piensan que cumplen con “formalidades” como el diseño de ciertas posiciones para mujeres o personas con discapacidad y que nadie se dará cuenta de que no fueron nunca reales. 

 

Y de forma aún más grave antes de pensar sobre si la vacante pudiera ser falsa, nosotras mismas nos sentimos culpables por “no pasar el filtro”. Sentimos que quizás había mejores postulaciones, detectaron nuestras debilidades, nuestra semblanza no era tan buena y un larguísimo etcétera. ¿Síndrome del impostor acaso?

 

De acuerdo con datos del INEGI la participación de las mujeres en la vida económica en nuestro país ha sido “estable” en los últimos años (https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2023/EAP_8M2023.pdf). En 2008, representamos el 39.9% de la población económicamente activa y en 2023, el 40.4%. Esta cifra refleja que nuestra inclusión en el mercado laboral mexicano es significativamente baja si consideramos que el 51.1% de mexicanos somos mujeres (https://es.statista.com/estadisticas/1296242/mexico-poblacion-economicamente-activa-por-genero/#:~:text=En%20el%20tercer%20trimestre%20de,alrededor%20de%2036%2C2%20millones).  ¿Por qué en más de quince años no hemos podido crecer?

 

Sin duda, esta situación no sólo se debe a estos ilusionistas corporativos pero ellos reflejan la falta de compromiso por cambiar las condiciones laborales de las mujeres. Ahora, existe un obstáculo más para aquellas que no encuentran un camino laboral fácil y, lamentablemente, se replican prácticas que existen desde hace años. Por ejemplo, en su momento han circulado rumores sobre empresas que usan las ferias de reclutamiento como promoción o que recopilan datos personales para utilizarlos con fines comerciales.

Son muchas las ventajas que ofrece LinkedIn al tratarse de una red colaborativa, con una variedad de opciones gratuitas y amigables para sus miembros. Incluso, cuenta con más usuarios que otras redes como X (Twitter) (https://www.primeweb.com.mx/redes-sociales-para-empresas). No obstante, ahora debemos de ser un poco más perspicaces cuando veamos opciones de contratación. Por ejemplo, si la oferta lleva más de 30 días o si las únicas publicaciones del perfil o la empresa son sobre posiciones abiertas.

 

Así que la próxima vez que ingresemos una solicitud y no obtengamos respuesta, no debemos preocuparnos tanto. Posiblemente, no seamos nosotras, sino la vacante y algún ilusionista suelto.

 

*Laura Coronado Contreras es experta en Cultura Digital. Autora de “Familias enredadas: cultura digital para papás, novatos y todos los que quieran aprender del sano uso de las redes sociales”. Miembro Nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del CONAHCYT

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