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Por Graciela Rojas

En un mundo que cambia a la velocidad de la luz, hay avances tecnológicos que no sólo deslumbran, sino que tienen el potencial de transformar vidas. Esta semana, México se convirtió en el primer país de Latinoamérica en recibir los lentes inteligentes Ray-Ban Meta, lanzados oficialmente al mercado el 19 de mayo. Movimiento STEM+ tuvo la oportunidad de asistir al evento de presentación a inicios de mes, donde vimos cómo la innovación puede caminar de la mano con la inclusión.

Estos nuevos lentes, que combinan diseño, conectividad y una inteligencia artificial integrada, permiten tomar fotos, realizar transmisiones en vivo, traducir texto en tiempo real e incluso describir el entorno a través de comandos de voz. Para quienes viven con discapacidad visual o auditiva, esta tecnología representa una posibilidad de mayor autonomía. Escuchar una descripción del entorno, identificar señales visuales o entender lo que antes no podían leer, abre nuevas rutas hacia una ciudadanía plena.

Como emprendedora social en nuestra región, me llena de esperanza ver cómo la tecnología puede cerrar brechas cuando se diseña con empatía. Sin embargo, este tipo de desarrollos también nos exige responsabilidad. ¿Qué se hace con los datos capturados por estos dispositivos? ¿Quién garantiza que no se vulneren los derechos de privacidad de quienes ni siquiera saben que están siendo registradas o registrados?

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Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.