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Por Frida Mendoza

Vaya que 2024 fue un año muy movido. Si nos detenemos un segundo a meditarlo, no hubo mes ni día de calma a nivel noticioso y en materia de derechos humanos hemos estado sumamente alerta.

Pero si de algo positivo podemos hablar es de cómo avanzó la Marea Verde en el país y durante este año ocho estados aprobaron la interrupción legal del embarazo: Nayarit, Jalisco, San Luis Potosí, Zacatecas, Estado de México, Morelos, Puebla, Chiapas y Yucatán. 

De pronto, en fechas relevantes de la lucha feminista y por los derechos de las mujeres, activistas, quienes junto a asociaciones y colectivas de abogadas anunciaban, celebraban y se abrazaban en los congresos locales con pañuelo verde en mano porque sus estados aprobaron derogar de sus códigos penales el delito de aborto y que nunca más haya mujeres presas por ejercer el libre derecho a decidir sobre su cuerpo. Emocionante, sin duda.

Pienso en las muchas mujeres que tuvieron que viajar para poder abortar, en aquellas que buscaron apoyo en otras mujeres, en aquellas que batallaron para conseguir misoprostol, que lloraron en soledad, otras que no pudieron animarse y que ahora animan a otras a decir: mi cuerpo, mi decisión. Es conmovedor pensar en las futuras generaciones donde decidir no sea una lucha.

Sin embargo, nada está escrito en piedra y hay muchísimos retos de los que quisiera escribir:

1. Aún faltan tres estados que deroguen el delito de aborto del Código Penal: Nayarit, Estado de México y Yucatán.

2.  Aguascalientes dio un retroceso fatal luego de que el Congreso local redujo las semanas para acceder a la interrupción legal del embarazo a seis y por lo tanto anula el derecho prácticamente pues usualmente muchas mujeres y personas con capacidad de gestar se percatan de un posible embarazo después de este plazo. Cabe resaltar que este retroceso fue promovido por la gobernadora Teresa Jimenez, echando atrás la instrucción de la Suprema Corte.

3. La despenalización total del delito de aborto en la Ciudad de México aún no ha sido discutida en el Congreso local.

4. Lo que viene para Estados Unidos con la llegada de Donald Trump (recordemos que su primera presidencia fue crucial para que la sentencia histórica Roe vs Wade de 1973 que garantizaba el derecho al aborto en todo el país).

Todos estos hechos, tres nacionales y uno internacional son cruciales y se entrelazan. ¿Por qué? Porque lamentablemente son una muestra de que los derechos no los tenemos ganados, porque los movimientos de ultraderecha y antiderechos toman fuerza y no deben tomarse a la ligera. Porque todo puede revertirse.

La mirada de activistas, mujeres y toda persona interesada en derechos reproductivos debe estar alerta. Es necesario estar pendientes de que las entidades que despenalizaron el aborto de verdad garanticen el acceso a este servicio, que las entidades que faltan por derogar el delito lo hagan pronto, que se despenalice en su totalidad porque en la CDMX aún hay personas detenidas por el delito de aborto. También, recordar que los movimientos antiderechos buscan inspiración en los estadounidenses y la Argentina de Milei es un ejemplo.

Como periodistas también debemos estar atentxs a estos movimientos, a comunicarlo adecuadamente, a pensar que garantizar un derecho no significa obligar a que todas las personas aborten ni que se convierta en un "nuevo método anticonceptivo", basta de reproducir mitos o de ilustrar notas de aborto con mujeres embarazadas. Y también recordar que los hombres transgénero y personas no binaries tienen vida sexual y pueden abortar, hablar de ello con ellxs también es abarcar toda la estela de un tema que no tendría que ser tabú.

Sin duda, 2025 viene fuerte pero garantizando información verídica y estando pendientes por nuestros derechos podría representar una diferencia.

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@FridaMendoza_

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