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Por Fátima Masse

Los regalos del intercambio. Los regalos para aquellas personas que son especiales y a quienes queremos agradecer. El pago de la reinscripción adelantado, porque hay que aprovechar el descuento. El predial. Los gastos para que niñas y niños se disfracen en el festival navideño. La consulta y las medicinas, porque con el frío llegan los resfriados y la bendita influenza que hace estragos y cuesta tratarla. Los ingredientes y las bebidas para las cenas especiales del 24 y el 31… 

Y la lista podría seguir, porque “diciembre” es una “época de dar” y la mercadotecnia se ha encargado de generar fuertes presiones financieras adicionales. 

Todo sale, total en diciembre llega el aguinaldo. ¿Sí? Pero ¿cuántas personas en realidad lo reciben?

En México, 26 millones de personas reciben aguinaldo como parte de sus prestaciones, según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) tercer trimestre 2024. Suena mucho, pero equivale solo al 44% de las personas que tienen un trabajo. Es decir, solo 4 de cada 10 trabajadores tienen dinero extra para hacerle frente a los gastos adicionales de la época. 

¿Quién recibe un aguinaldo? Generalmente, las y los subordinados, es decir personas que son parte de una organización y tienen una jefa o jefe. Sin embargo, hay personas subordinadas en condiciones informales que no cuentan con este derecho y que a falta de contrato tampoco podrán pelearlo. También hay que considerar que las y los emprendedores y las personas autoempleadas no cuentan con esta prestación. 

En un país donde 71% de la población vive algún grado de estrés financiero, no me sorprende que para miles de familias la “magia decembrina” se convierta en un agobio extremo en el cierre de año. 

¿Qué hacer ante esta situación? Dejemos de hablar del aguinaldo como algo que la mayoría de la población recibe. No hay que dejarnos engañar por la publicidad. En el mercado laboral mexicano, que está dividido por la informalidad, menos de la mitad cuenta con estos recursos adicionales en diciembre. 

Desde la política pública es importante hacer esfuerzos para reducir los costos de la formalidad y que más personas accedan a esta prestación. No obstante, esto es materia para otra columna. 

A nivel individual, si la estás pasando mal con las finanzas, piensa que hay muchas personas más en tu situación. También creo que podemos ir construyendo acuerdos tácitos en nuestros círculos cercanos para ser más comprensivos y lograr que diciembre se enfoque más en la convivencia que en gastar para demostrar cariño. 

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@Fatima_Masse

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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