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Por CLAUDIA PÉREZ ATAMOROS

Hace 44 años, cuatro aspirantes a reporteras presentaron en la escuela de periodismo Carlos Septién García su primera pieza periodística a 8 manos -y con 8 suelas profusamente gastadas- ante el Lic. Jorge Herrera Valenzuela, maestro de periodismo, titulada Agresiones a quienes ejercen el periodismo interpretativo en América Latina, 1980.

La muestra incluyó a 11 países de nuestro continente y se realizó a lo largo de 12 meses, siendo 1980 el año retratado, consignando el nombre del periodista y el tipo de violencia ejercida sobre estos.

Contó con la colaboración directa de Manuel Buendía, quien justo tres años más tarde, paradójicamente, sería asesinado.

Dicho lo anterior, se preguntarán: ¿Y?

Pues resulta que casi cuatro décadas y media después vengo a constatar que quizá sea la investigación periodística más antigua en la que conste registro en nuestro país sobre la violencia contra periodistas, en la que se incluye el nombre de 13 mujeres periodistas (incluido el de Alaíde Foppa, asesinada en Guatemala pero que ejercía su profesión en México, dirigía los esfuerzos de Fem), cinco de ellas mexicanas, los cuales hoy doy a conocer aquí en Opinión 51.

En dicho documento (que obra en mi poder porque fui una de las cuatro incipientes reporteras y, como es constancia, soy adicta a guardar papeles “por si se ofrece”) aparecen los nombres de cinco mujeres periodistas:

Karen Lara, amenazada, enero 1980;

Cristina Martínez, amenazada, enero de 1980;

Guadalupe Ochoa, golpeada, junio 1980;

Marina Rocha, desalojada a la fuerza de una cobertura, septiembre de 1980;

y Aurora Berdejo, agredida físicamente, noviembre de 1980; entre otros 23 hechos registrados a reporteros.

Es decir, nada nuevo bajo el sol. Siempre ha existido nomás que nadie se preocupaba por contarnos…

En Opinión 51, lo estamos haciendo. Ya narramos el atentado que sufrió la periodista de Excélsior Concha de Villarreal en junio de 1949 y que probablemente sea el primero en haber sucedido, y lo sucedido a Yohali Reséndiz, que forma parte de las estadísticas actuales.

UNA ORGANIZACIÓN PIONERA Y PREOCUPADA

Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC, 1988) es una organización mexicana formada por profesionales de la comunicación, que producen y difunden información sobre la situación de las mujeres en el país, con particular énfasis en la situación de los derechos humanos de las mujeres periodistas en nuestro país.

No fue sino hasta 2002 que CIMAC registró las estadísticas al respecto. Según datos publicados en 2015, de 2002 a 2013, 184 mujeres periodistas fueron víctimas de violencia de género. El rastro más antiguo con que cuentan.

Una raya más a la cebra ¿o al tigre?

Ahora, un reporte de CIMAC vuelve a recordarnos una realidad irrefutable: la violencia hacia las mujeres que ejercen el periodismo en México y desglosa los datos obtenidos solo del año pasado.

En 2024 documentó 204 agresiones a colegas reporteras, de las cuales 57 se registraron en la CDMX, 17 en Puebla y 15 en Veracruz, siendo estas entidades las que registraron mayores agresiones.

Pero hay cifras aún más interesantes que revelan quiénes las violentan en mayor medida. Y resulta que 4 de cada 10 funcionarios públicos las agredieron, siendo los municipales quienes lo hacen en mayor medida (15%), y pisándoles los talones en un casi “quítate que ahí te voy”, los funcionarios estatales con un 12%, y los federales “lentos pero seguros” con un 9%.

En este mismo sentido, el pasado mes de diciembre CIMAC presentó el Violentómetro de agresiones a mujeres periodistas durante el sexenio de AMLO y se lograron registrar e identificar 1,145 agresiones de muy diversos tipos.

¿Algo ha cambiado? ¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.