Por Ana Cecilia Pérez*
Esta columna es la segunda de una serie de tres entregas.
En la primera, "La privacidad no se entrega: se defiende", abordamos el impacto de las nuevas reformas en la vida cotidiana de la ciudadanía, y cómo configuran un modelo de vigilancia sin precedentes. Hoy ponemos la lupa en un ángulo poco discutido pero profundamente estratégico: cómo estas reformas impactan —de manera directa y silenciosa— al sector privado.
Porque muchas empresas serán obligadas a adoptar, resguardar y responder por datos biométricos sin haber sido parte del diseño de estas leyes… ni contar con las herramientas para hacerlo.
Mientras gran parte del debate ha girado en torno a los derechos ciudadanos y las libertades individuales, hay un sector que parece estar ausente de la conversación: el sector privado.
La reciente aprobación de reformas que incluyen la CURP biométrica obligatoria y la Plataforma Nacional de Identidad no sólo redefine el vínculo entre las personas y el Estado. También impacta de forma directa —y en muchos casos inadvertida— a las empresas.
En el diseño de estas reformas, las empresas no fueron convocadas a consulta pública, ni consideradas en las implicaciones operativas y legales que ahora enfrentarán. Y, sin embargo, estarán al centro del nuevo modelo de autenticación digital, como filtros obligados de la identidad biométrica.
Porque si la nueva identidad digital será obligatoria para trámites escolares, bancarios, de salud, viajes y más, eso incluye también a escuelas privadas, fintechs, hospitales, aseguradoras, bancos, universidades, aerolíneas, y prácticamente cualquier entidad que valide identidad.
¿Y qué implica esto?
- Que tendrán que verificar identidades biométricas, aunque no estén preparadas.
- Que podrán quedar obligadas a conectar sus sistemas con una plataforma estatal centralizada.
- Que tendrán que resguardar, proteger y responder legalmente por datos sensibles como rostro, huellas o voz.
Un colegio privado tendrá que validar la CURP biométrica de cada estudiante para inscripciones.
Un hospital privado no podrá dar servicio sin verificar previamente los datos biométricos del paciente.
Una empresa de paquetería podría condicionar la entrega de un envío a la validación de tu identidad biométrica.
Una boletera digital requerirá tu CURP biométrica para permitirte comprar entradas a un concierto o evento deportivo.
Una inmobiliaria o agencia de renta vacacional podría no aceptar reservas sin verificación biométrica.
Un supermercado de membresía podría exigir CURP biométrica para compras en línea o acceso a promociones.
Incluso podrías necesitar validar tu identidad con biométricos antes de aplicar a un empleo o entrar a una entrevista virtual.
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