Por Adriana Sandoval
¿Será que en breve dejaremos de comer y sólo nos alimentaremos con polvos y pastillas? La base de la alimentación sana siempre ha sido el consumo de alimentos naturales pero cada día veo más suplementos y polvos que prometen alimentarnos mejor que nunca.
Algunas de las preguntas más frecuentes entre mis pacientes son: ¿Me puedes mandar alguna bebida que traiga todo lo que necesito y sea rápida de preparar? o ¿Alguna pastillita que tenga todas las vitaminas que necesito para no andar picando fruta y verdura a diario?
Y aquí empiezan los problemas, salir de madrugada de casa para recorrer la ciudad y llegar al trabajo con 10 envases, desde el desayuno, el lunch, la comida y en algunos casos hasta la cena. Por eso prefieren un polvo que sólo se mezcle con agua o una barra energética empacada.
Entendemos perfectamente la situación pero el problema mayor de los suplementos es que no sabemos gran cosa de muchos. ¿Son seguros? ¿La mezcla es adecuada? ¿Cumplen lo que prometen? Hay muchas marcas con fórmulas muy diferentes.
Nos toca la difícil tarea de buscar la utilidad de cada uno y sobre todo, evitar un daño a riñones, hígado o cualquier otro órgano que puede afectarse por el consumo de estos suplementos. Recuerden que todo lo que comemos, respiramos o tocamos tiene un efecto en nuestro cuerpo, mucho o poco, su paso deja huella.
Y de pronto llega el paciente con una bolsa llena de suplementos, miles de pesos gastados en la esperanza de ser más joven, más sano, más musculoso. Y nos preguntan: ¿Este suplemento es bueno, verdad? Y nuestra respuesta es el odioso pero muy cierto “depende”, después de ver la cara de desilusión de este ser que ha perdido la esperanza, procedemos a explicarle para qué sirve (si es que sirve) en qué dosis debe tomarlo y lo más difícil, que a veces no sabemos, es por cuánto tiempo debe consumirlo y cómo vamos a evaluar el resultado o efecto que tiene en el organismo.
En la mayoría de los casos el suplemento en cuestión no tiene la dosis correcta o la sustancia activa que necesita o la produce un laboratorio de dudosa reputación.
Cuando acabamos diciéndole que deje algunos de sus suplementos y mejor coma más frutas y verduras pues la cosa se pone ríspida. Hay veces que los defienden a capa y espada respaldados por toda la información que encontraron y hasta un cuestionario personalizado que contestaron en Instagram.